El próximo miércoles vamos al cine a ver una película de Ernesto Padrón: “Meñique y el espejo mágico”.
Lo mejor de dos mundos se funde en la película de animación cubana (con participación española)Meñique y el espejo mágico: por un lado, el brillo y el virtuosismo de las técnicas de la animación del siglo XXI, y por otro, el encanto de una historia clásica y sus enseñanzas sin fecha de caducidad. Meñique cuenta las fabulosas aventuras de un pequeño joven que se lanza a la ciudad con sus hermanos para sacar a su familia de la pobreza. A llegar, una oportunidad le aguarda: el rey ha prometido dar la mano de la (temperamental) princesa Denise a quien libre al palacio de un roble encantado que les tiene en las tinieblas y sin agua. Tarea titánica, a la que sólo se puede enfrentar un valiente.
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